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Cómo es el proyecto en marcha para construir una “mini cárcel” en la Ciudad y liberar las comisarías de presos

La Ciudad llamó a licitación para iniciar las obras de una alcaidía para 720 detenidos. El predio elegido está junto al Riachuelo y la autopista Cámpora.

Una de las consecuencias que le dejó a la Ciudad la pandemia y su enfrentamiento político con el Gobierno de Alberto Fernández fue la crítica situación de los presos en las comisarías porteñas. Para tratar de compensar este problema, la Ciudad concretó ahora algo que ya había anunciado el jefe de Gobierno Jorge Macri: llamó a licitación para construir una mega alcaidía en Villa Soldati. Sería la primera de ese tamaño en la Ciudad y permitiría alojar a 720 presos, lo que significaría vaciar los calabozos de las comisarías y evitar así fugas o motines.

El llamado a licitación se concretó con la publicación en el Boletín Oficial del jueves. Allí, se convoca a los interesados a participar del proceso, cuya apertura de sobres sería el viernes 8 de noviembre.

El lugar elegido para la alcaidía es un predio de unos 40.000 m2, que la Ciudad hoy tiene semi abandonado, ya que lo usa como depósito de materiales de construcción. Queda en la avenida 27 de Febrero, la que bordea al Riachuelo rectificado, en el cruce con la autopista Cámpora. Está atrás del parque Roca y del centro de logística de camiones.

Se lo eligió además porque, explicaron en el Gobierno porteño, «los vecinos más cercanos viven a 600 metros«. De lado porteño sí, porque cruzando el Riachuelo, del lado de Lanús, la alcaidía les quedará justo enfrente.

La obra significará una inversión de más de 43 mil millones de pesos. Comenzaría en el primer trimestre del año con al objetivo de terminarla a fin de 2026.

Construirá 5 módulos que permitiría alojar a 720 hombres (las mujeres van a otras dependencias). Y quedaría lugar para otros tres módulos, de manera tal que en un futuro se podría ampliar la alcaidía para darle una capacidad de unos 1.170 reclusos. Tendrá celdas individuales y colectivas, lugares de esparcimiento y de capacitación, más las instalaciones para los cuidadores.

¿Por qué es una alcaidía y no una cárcel? Porque se supone que en ellas (al igual que en las comisarías) deberían alojarse presos de manera momentánea, hasta que sean trasladados al penal federal donde sí cumplirían su condena. De hecho, a la alcaidía no la controla un servicio penitenciario sino la propia policía.

Claro que con las demoras de todo tipo del sistema judicial argentino, esto no siempre se cumple. Por eso los detenidos se quedan mucho en las comisarías, se acumulan y terminan viviendo en condiciones pésimas, con alto riesgo de motines o fugas, como se vio en la Ciudad en los últimos meses.

Este fue, concretamente, el problema con el Gobierno nacional en los últimos años. Con la pandemia, y amparándose en la crisis sanitaria, el Servicio Penitenciario Federal frenó la recepción de detenidos de las comisarías porteñas, como se venía haciendo históricamente mediante varios convenios judiciales.

Es que la Ciudad de Buenos Aires, pese a ser autónoma, nunca recibió el control de la Justicia en su totalidad. Sólo maneja algunos fueros (contencioso, contravencional) y apenas algunos delitos penales, los menos importantes. El traspaso pleno de la Justicia, con sus recursos, es una deuda de la inconclusa autonomía porteña, que acaba de cumplir 30 años.

Como no tiene juzgados penales plenos, la Ciudad tampoco tiene cárceles ni servicio penitenciario.

Con la llegada de Milei a la presidencia y Patricia Bullrich al ministerio de Seguridad nacional, los traslados de detenidos se retomaron. «El problema es que se llevan 90 por semana, pero en ese plazo ingresan 130», explicó una fuente del Gobierno porteño.

Así, hoy la Ciudad aloja a 2.237 detenidos, el doble de lo que debería y por más tiempo de lo que correspondería. Los reparte en 59 dependencias, entre 39 comisarías y 20 alcaidías pero mucho más pequeñas que la que se quiere construir en Soldati.

Además, en los últimos meses la Ciudad avanzó en una solución provisoria que le valió varias quejas vecinales. Instaló 19 módulos de calabozos en estructuras metálicas tipo contenedores, en 4 de las alcaidías donde ya alojaba presos: Barracas, Soldati, Chacarita y Saavedra. A esos módulos llevó 254 presos, lo que le permitió descomprimir un poco a las comisarías.

La otra solución también se va moviendo de a poco, aunque se trata de un proyecto más ambicioso y en asociación con el Gobierno nacional. La Ciudad ya llamó a licitación para retomar la ampliación del penal de Marcos Paz, que depende del Servicio Penitenciario Federal. Se trata de una obra que demoraría al menos un año, consumiría una inversión de 70 millones de dólares y permitiría alojar a 2.240 presos.

Varios irían allí desde las comisarías. Pero la ampliación de Marcos Paz le permitiría a la Ciudad cumplir con un viejo deseo y reclamo de los vecinos: llevar allí a los presos de la cárcel de Villa Devoto, demolerla e integrar ese enorme espacio al resto del barrio.

Fuente. Clarin

Presupuesto 2025: la apuesta del Gobierno porteño en transporte y seguridad y los proyectos que tendrán más inversión

Son los dos rubros en los que más fondos se destinarán el año que viene, de acuerdo al Presupuesto que presentó el Ejecutivo porteño.

La inflación, la recesión y la pelea por los fondos de la coparticipación hicieron de 2024 un año complejo para el Gobierno porteño, con más demandas sociales y menos ingresos tributarios. Con algunas nubes despejadas y algo más de optimismo, Jorge Macri decidió que su gestión del 2025 se apoye en dos pilares: el transporte y la seguridad.

Así se desprende del paquete de Presupuesto, Ley Tributaria y Código Fiscal que envió el Ejecutivo a la Legislatura porteña ayer, lunes 30, y que sería tratado en diciembre, tras una ronda de presentaciones de los funcionarios ante la Comisión de Presupuesto. Ese proyecto plantea también un nuevo esquema para el ABL y las Patentes.

El primer dato es que el Gobierno planea recaudar la impronunciable cifra de $ 13.926.000.000.000 (casi 14 billones). Este año llegaría a 10,2 billones. El aumento vendría por cierta recuperación de la economía (el Gobierno nacional a estimó en su presupuesto en un 5%), cierta estabilidad en el valor del dólar e inflación a la baja.

Pero la gran diferencia es que la Ciudad se aseguró cobrar gran parte de lo que reclamaba por Coparticipación Federal, tras el acuerdo al que llegó semanas atrás con el Gobierno nacional y que ya fue firmado ante la Corte Suprema. Esto supone que el Gobierno porteño reciba cerca de 200 mil millones de pesos por mes.

El otro punto es que la Ciudad, pese a todo, tiene una exposición bastante baja en cuanto a deuda externa. Hoy debe 1.500 millones de dólares, un 15% de su presupuesto anual. Eso le permitirá avanzar en diversos créditos para proyectos puntuales de inversión con entidades como la Corporación Andina de Fomento, el Banco Interamericano de Desarrollo o el Banco Europeo de Inversiones.

Como todos los años, Educación y Salud se llevan las principales partidas, pero esto tiene que ver con el nivel de gastos fijos que inevitablemente tienen, entre salarios e insumos. De hecho, el gasto total de la Ciudad en salarios será del 42,4% (el promedio histórico es el 44%). En el caso de Educación, para el año que viene también se plantea una partida de 92.680 millones de pesos para reparaciones de edificios escolares.

Pero las principales inversiones, los más grandes gastos de capital, se los llevarán seguridad y transporte.

Por el lado de la seguridad, se invertirá el 16,5% del Presupuesto, cuando la media en los últimos años era del 14%. Habrá dos partidas principales en cuanto a inversiones. Por un lado, 97.787 millones para retomar la construcción del anexo del penal federal de Marcos Paz, licitación que fue lanzada la semana pasada. La idea es trasladar allí a los presos que hoy colapsan las comisarías y también ir liberando a la cárcel de Devoto, a la que se quiere cerrar definitivamente en los próximos años.

En el mismo sentido, se planea invertir 35.522 millones para construir una alcaidía para 720 presos en Villa Soldati, en la autopista 27 de Febrero y el cruce con la autopista Cámpora.

Las otras inversiones fuertes en seguridad será la compra de vehículos policiales (24.839 millones de pesos) y más inversión en cámaras en el espacio público (19.342).

Por el lado de la movilidad, la gran apuesta es comenzar con la renovación de la flota completa del subte B, tal como anunció el Gobierno porteño días atrás. Para ello se destinarán 337.414 millones de pesos.

Obras de nuevos carriles exclusivos para colectivos (14.012 millones), en el intercambiador de Plaza Italia-Puente Pacífico (11.819 millones) y centros de trasbordo (10.965 millones) también será inversiones fuertes en movilidad.

Pero otra de las apuestas fuertes será el Trambus, una nueva red de vehículos eléctricos que uniría el Parque de la Innovación, en Núñez, con la Costanera Norte y desde allí con toda la zona ribereña hasta el sur, pasando por Aeroparque Newbery, Retiro y otros puntos importantes de la Ciudad.

Fuente CLARIN

La Ciudad retoma la ampliación de una cárcel: ¿se acerca el cierre del penal de Devoto?

Llamó a licitación para volver a las obras en el penal de Marcos Paz, frenadas en 2020. La idea es trasladar a los detenidos de la última cárcel que queda en la Ciudad. Pero también liberar las comisarías que están colapsadas de detenidos.

Es una obra pendiente que permitiría a la vez cumplir un viejo reclamo vecinal y responder a una urgencia. Y después de cuatro años frenada, empezó a desperezarse. El Gobierno porteño lanzó esta semana el llamado a licitación para retomar la ampliación del penal federal de Marcos Paz. La idea es llevar allí a los detenidos de la cárcel de Devoto para poder cerrarla, como pide el barrio desde hace décadas. Pero también la aprovecharán para una cuestión más sensible: desagotar las comisarías porteñas, hoy rebalsadas de presos.

El llamado a licitación N° 45 del Ministerio de Infraestructura fue publicado esta semana en el Boletín Oficial y plantea que la apertura de los sobres con las ofertas será el 8 de noviembre. Según le dijeron a Clarín fuentes de ese organismo, «la idea es arrancar la obra en enero y terminarla en diciembre del año que viene». La Ciudad invertiría unos 70 millones de dólares.

Se trata de un terreno de 120 hectáreas donde levantarían cuatro módulos. En total, alojaría a 2.240 presos.

Se trata de un proyecto anunciado en 2018, tras un convenio firmado por la Ciudad y la Nación, que entonces gobernaban Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri, respectivamente. La intención fue que la Ciudad financiara esa construcción en Marcos Paz para trasladar allí a los cerca de 1.800 presos que tiene el penal de Devoto, la última cárcel que queda en la Capital Federal.

Una vez liberado Devoto, el proyecto consistía en demoler la histórica cárcel e integrar sus 46.380 metros cuadrados de superficie al barrio: el 35% se subastaría para inversiones inmobiliarias privadas y el 65% se destinaría a aperturas de calles y la instalación de veredas y espacios verdes.

Se iba a cumplir así con el histórico reclamo de los vecinos de Devoto, que desde hace décadas quieren que la cárcel desaparezca, por el impacto negativo que provoca en el barrio.

Las obras en Marcos Paz comenzaron en mayo de 2019, pero al año siguiente empezaron los problemas. Con la pandemia, el Servicio Penitenciario Federal rechazó el ingreso de más presos a Devoto, como ocurría históricamente, por el riesgo sanitario. Además, desde el Gobierno de Alberto Fernández planteaban que esos detenidos debían ser alojados por Ciudad y no por la Nación. A esto se sumó la decisión unilateral de la Nación de recortar la coparticipación federal a la Ciudad. Con estos temas en la mesa, el Gobierno porteño cortó la financiación de la obra.

El proyecto quedó paralizado por completo. El argumento de la administración porteña era que no iba a invertir más dinero sin antes asegurarse que esos nuevos módulos iban a servir para alojar a presos «porteños» y no de otros distritos.

En el medio pasaron cosas. Más allá de la pandemia, el Servicio Penitenciario Federal dejó de recibir presos de las comisarías porteñas, que así se fueron llenando. Hoy alojan a más de 2.200, el doble de lo que debería haber, en condiciones de hacinamiento. No en vano en el último año se repitieron los motines y fugas en las seccionales de varios barrios.

Hay que sumar un tema a esta historia: a diferencia de todas las provincias, la Ciudad de Buenos Aires no tiene cárceles propias ni un servicio penitenciario, porque de hecho no maneja el fuero penal, que sigue siendo nacional. Solo fueron transferidos a la justicia local algunos delitos, los más leves, y ciertamente no los dos más comunes como robos y hurtos, los que producen más detenidos. Esto es una deuda de la nunca completada autonomía de la Ciudad, una discusión que ya tiene más de 30 años. Por eso fue que durante todos estos años se instrumentaron distintos convenios para que los presos de las comisarías fueran alojados por el Servicio Penitenciario Federal.

Si bien con la llegada de Milei a la Rosada y Patricia Bullrich al Ministerio de Seguridad nacional se retomaron los traslados a las cárceles federales, la situación en las comisarías sigue siendo muy crítica. «Cada semana son trasladadas 90 personas, ingresan 120», contó una fuente del Gobierno porteño.

Por eso es que la ampliación de Marcos Paz tendría un doble fin. ¿Liberar Devoto? «Sí, pero también enviaremos allí a presos de las comisarías«, afirmó la misma fuente de la Ciudad.

A la par, el Gobierno porteño buscará ganar tiempo con otras medidas. Una es la construcción de una alcaidía en Villa Soldati, donde planea alojar a unos 720 presos. Quedaría en el límite sur de la Ciudad, sobre la avenida 27 de Febrero, que es la que corre paralela al Riachuelo, en su cruce con la avenida Cámpora.

El otro plan es más polémico, aunque ya está en marcha. Se trata de la instalación de contenedores para alojar presos, como módulos provisorios que suplementen a los calabozos. La Ciudad anunció que los instalará en la Comisaría Comunal 12 de Saavedra, la 15 de Chacarita, y la 4D de Barracas. Los vecinos de esos barrios ya se manifestaron en contra.

FUENTE: CLARIN

cómo serán las nuevas leyes para proteger a los animales en la Ciudad

Tal como sucede en las grandes ciudades del mundo, en Buenos Aires cada vez hay más mascotas. Se estima que hoy son cerca de 860.000, entre perros y gatos. Son más, incluso, que la cantidad de niños menores de 10 años. Y para casi todos los tenedores de animales, son parte de su familia. Pero la normativa para protegerlas quedó desactualizada, con sanciones que no alcanzan y costumbres que no cambian. La Legislatura porteña comenzará este viernes a discutir un paquete de leyes que, justamente, busca cuidar más a los animales: plantea desde multas mucho más caras hasta la creación de un registro voluntario de mascotas, y regular la actividad de paseadores y guarderías.

Se trata de cinco proyectos que presentó el jueves el legislador Emmanuel Ferrario, de Vamos Juntos, y al que ya acompañaron con su firma varios diputados de distintos bloques opositores, con lo cual se estima que podrían ser aprobados sin demasiada dificultad.

El primero de los textos plantea una normativa macro. Allí se definen los derechos de las mascotas, los deberes de sus adoptantes y otras cuestiones. Tipifica, también, las diferentes clases de maltrato que pueden sufrir. Y plantean un primer cambio: la creación de un registro público de mascotas, donde los vecinos podrían anotar, siempre de manera voluntaria, a sus perros o gatos (otros animales no).

Con la inscripción vendría la responsabilidad de hacer un curso sobre bienestar animal (nociones básicas de nutrición, vacunación y maniobras de RCP, por ejemplo). Y también se volcarían los datos del animal, que deberá estar correctamente identificado, y su dueño. ¿Qué ventaja significaría anotar a la mascota en el registro? Si el animal se perdiera, por ejemplo, sería más fácil de encontrar y restituir.

Este proyecto también plantea que la Ciudad realice más campañas de vacunación antirrábica y de castraciones, y un tema importante: que tanto en las dos Unidades de Atención Veterinaria Fijas (en Costa Salguero y en el Parque Indoamericano), más las tres móviles que recorren los barrios se priorice la atención a aquellas instituciones u ONG proteccionistas, que muchas veces se ven colapsadas de animales rescatados y de gastos. Tanto, que muchas no quieren decir públicamente su dirección, para que no les dejen más animales a su cuidado

Multas más caras

El siguiente proyecto es, acaso, el que podría tener efecto más concreto y rápido. Es que plantea endurecer fuertemente las sanciones contra aquellos que maltraten a los animales.

Aquí corresponde una aclaración: el texto habla de aquellas figuras incluidas en el Código Contravencional porteño. En cambio, aquellas más graves que ya constituyen un delito están contempladas en el Código Penal, cuya modificación le corresponde al Congreso Nacional, no a la Legislatura porteña. Ese cambio también está en debate en la llamada Ley Conan, en referencia al nombre del perro del presidente Javier Milei.

En el caso porteño, la idea es que las sanciones realmente duelan en el bolsillo, y que se indexen semestralmente mediante Unidades Fijas determinadas de acuerdo al valor de la nafta premium (hoy, la UF vale $ 471,39)

¿Cuáles serían los principales cambios?:

  • La sanción por azuzar o espantar un animal hoy cuesta $ 600 y se iría a entre $ 117.847 y $ 471.390
  • Abandonar una mascota hoy se paga hasta $ 942.780, pero la sanción máxima se elevaría a $ 2.356.950.
  • Mantener un animal en un lugar indebido (una terraza o un balcón, por ejemplo) se duplicaría hasta los $ 942.780.
  • Dejar encerrado a un animal en un vehículo hoy no tiene una penalidad, pero se empezaría a sancionar con hasta $ 1.649.865.

Guarderías, caniles y paseadores

El tercer proyecto de ley está más orientado hacia el propio Gobierno porteño, dado que establece cómo deben ser y cómo tendrían que usarse los caniles en los espacios públicos (hoy en la Ciudad hay 80 lugares para perros).

El cuarto proyecto apunta a regular a las guarderías, aquellos lugares que se ofrecen para cuidar a las mascotas cuando la familia tiene que viajar, por ejemplo. Obviamente, la norma apunta a aquellos que realizan la actividad de manera comercial, no al que ocasionalmente pueda cuidar el perro o el gato de un amigo o pariente.

El quinto proyecto regula la actividad de los paseadores, que hoy se estima que son más de 5.000 y hasta tienen un sindicato. La idea es que se anoten en un registro público, realicen cursos de capacitación periódicos y tramiten un «sello de buen paseador», para que los tenedores tengan la seguridad de quién es la persona a la que le dan a cuidar a su perro.

«Para hacer estos proyectos nos reunimos con casi 200 ONG, instituciones y académicos. Es necesario que la Ciudad sea apta para todos, también para los animales. Y que tengamos normas claras de convivencia, incluso para aquellos que no tienen mascotas. Además, tiene que haber sanciones duras para el que no cumpla, que no sea gratis» aseguró el legislador Ferrario, quien agregó que hoy la Unidad Fiscal Especializada en Medio Ambiente (UFEMA, el organismo judicial a cargo de las causas de protección de animales) recibe unas 20 denuncias diarias por maltratos a mascotas.

Así como es cierto que en las últimas décadas se multiplicaron los hogares con mascotas, y que mucha gente es hoy más consciente de los cuidados que necesitan los animales de compañía, todavía hay mucho por corregir. Por ejemplo, no comprar animales sino adoptarlos, y denunciar a los criaderos, que en la Ciudad están prohibidos.

Además, la economía a veces juega en contra. Días atrás Clarín publicó una nota en la que contó que un 20% de las mascotas no recibe las vacunas mínimas, como la antirrábica, ni es llevada con periodicidad al veterinario para chequeos básicos.

No hay que perder de vista que la salud animal está totalmente atada a la salud humana, dado que hay un gran grupo de enfermedades zoonóticas, aquellas que se contagian de animales a personas. La rabia es la más famosa, no la única.

La tendencia a que haya cada vez más animales domésticos va en alza y no tendría por qué frenarse. En una ciudad como Buenos Aires, donde cae estrepitosamente la cantidad de nacimientos anuales (45% menos entre 2016 y 2023) porque los jóvenes demoran la formación de una familia propia; y con una población donde casi el 38,6% de la gente vive sola, los animales de compañía cada vez tienen más sentido.

La Ley Conan, en el Congreso

A comienzos de julio, la Cámara de Diputados empezó a discutir la ley de bienestar animal, con un proyecto presentado por Damián Arabia, legislador del PRO, para endurecer las penas por los delitos cometidos contra los animales. El proyecto es conocido como «Ley Conan», en honor a uno de los perros del presidente Javier Milei, quien de hecho impulsa la medida.

Por eso, eleva la pena actual -que es de 3 meses hasta un año de prisión- por maltrato animal a seis meses como mínimo y cinco años como máximo a quien «infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales».

También incorpora el pago de una multa que podrá ir desde cinco a treinta veces el valor del salario mínimo vital y móvil (SMVM).

Además, fija prisión de dos años hasta seis años y una multa de 100 a 200 veces el SMVM al que matare a un animal infligiéndole malos tratos, haciéndolo victima de actos de crueldad o por mera perversidad.

Fuente: Clarin

Por primera vez, devuelven peajes porque no se pudo usar una autopista

El domingo, la avenida Cantilo quedó cerrada porque se rompió un caño de AySA. A los que habían pagado antes al pasar por la Illia les devolverán el importe. Cómo saber a quién le corresponde.

La modernización del sistema de peajes en la Ciudad tiene una impensada consecuencia favorable para los usuarios. Por primera vez, a los automovilistas que no pudieron usar una autopista después de haber pagado el pase les devolverán el dinero, directamente a su cuenta.

Será para 4.166 vehículos que el domingo pasaron por la autopista Illia sentido a Provincia, entre las 9.20 y las 13.40. ¿Qué pasó? Que al avanzar se toparon con que la avenida Cantilo estaba intransitable por la rotura de un caño, con lo cual fueron desviados.

Todo comenzó en la mañana del domingo, cuando se rompió una cañería maestra de agua de AySA, en la Cantilo a la altura del Parque Norte. Esto obligó a cortar el tránsito que iba hacia la General Paz y a sacar a los vehículos por la bajada de Sarmiento.

El tema es que los 4.166 vehículos ya habían pasado por el arco de cobro con Telepase, por lo tanto les habían debitado el costo del peaje: $ 903,33 si pasaron antes del inicio de la hora pico (los domingos es de 11 a 17 mano Provincia) o $ 1.277,44 para quienes circularon durante la franja horaria de más demanda. Desde hace un año, las cabinas de peaje fueron eliminadas y todos los usuarios deben abonar con Telepase: el 93% de los automovilistas que usan las autopistas porteñas ya lo tiene.

Dado que el domingo esos conductores que pagaron no pudieron usar todo el tramo, la empresa AUSA, concesionaria de las red de autopistas porteñas, decidió devolverles el dinero a los usuarios.

La gente no debe hacer ningún trámite. El que tenga su Telepase vinculado a una tarjeta de crédito o débito verá directamente cargada allí la bonificación. En tanto, si pagan mediante la app Mercado Pago, verán el monto acreditado en su cuenta. Para seguir el reintegro se puede ingresar a telepase.com.ar/login, o entrar en este link.

Si bien el mismo domingo ya se había logrado parcialmente ordenar el tránsito, el panorama sigue complejo en la Cantilo, porque la reparación de los daños demorará “al menos una semana más”, contaron en AUSA. En estos días, Cantilo cuenta con dos carriles izquierdos habilitados, pero están cerrados los derechos y la banquina. Los desvíos actuales son:

  • Cierre de Paseo del Bajo sentido Norte altura Retiro.
  • El tránsito (liviano y pesado) proveniente de la Costanera podrá ingresar en Parque Norte.

Este reintegro marca un buen precendente para los vecinos y usuarios de autopistas, porque permitiría reclamos futuros en casos similares. Hasta ahora, los peajes no se habían devuelto nunca, en gran parte porque con el sistema manual era inviable hacerlo. La automatización y digitalización del cobro permite identificar a los usuarios.

Las únicas veces en que no se cobraba peajes era cuando se formaban filas demasiado largas en las cabinas y, bocinazos mediante, los operarios tenían que levantar las barreras para desagotar el tránsito.

Otro antecedente fue durante el pico de la cuarentena por el Covid, cuando no se cobraban los peajes para favorecer que la gente viajara en sus autos y no usara el transporte público, con mayor riesgo de contagio.

El sistema de peajes automáticos sin cabinas, conocido como “Free Flow” se empezó a usar en la Ciudad en el ingreso de Sarmiento y Salguero, sentido General Paz, en 2018, también en la autopista Illia. Más tarde se aplicó también en el Paseo del Bajo, inaugurado en 2019, aunque esta vía solamente es usada por micros y camiones. El año pasado se completó el resto de la Illia, y este año se sacaron algunas de las cabinas en los peajes de Parque Avellaneda.

El pórtico metálico sirve de soporte para un sistema de cámaras que detectan tanto la oblea del Telepase como la patente del vehículo, y así lo identifica para debitar el pago del peaje.

Quienes circulen por la autopista tienen la obligatoriedad de contar con el Telepase. Desde el 1° de mayo, el usuario que pase sin contar con el dispositivo es pasible de multa por evasión de pago: la sanción es de $ 70.708,50.

Pese al conflicto judicial, confirman que el subte vuelve a aumentar este sábado: a cuánto se va

Una jueza le ordenó a la Ciudad que presente un cuadro tarifario menor o le suspenderá todos los aumentos, incluso el que corre hace dos semanas. Pero el Gobierno apeló y mantiene su plan.

“Sí, el aumento del sábado sigue en pie”. Con esa frase simple y concreta, Subterráneos de Buenos Aires (SBASE, la empresa estatal porteña que controla el servicio) le confirmó a Clarín que desde este sábado 1° de junio el subte subirá de $ 574 a $ 650. Explicado así, no debería sorprender a nadie, porque fue lo que el propio Gobierno porteño adelantó cuando anunció que se venía una triple suba de la tarifa. Pero en el medio pasó algo: la jueza Elena Liberatori le dio 5 días hábiles a la Ciudad para reducir los incrementos anunciados, a riesgo de que le suspenda todas las subas y volver al boleto de $125.

El aumento del sábado “sigue en pie” porque el Gobierno porteño, a través de su Procuración General, apeló la decisión judicial y seguirá adelante con el cuadro tarifario y sus incrementos tal como los anunció en marzo.

Así, a la suba de este sábado se le agregará otra, el 1° de agosto, que llevará el boleto a $ 757.

¿Y los 5 días de Liberatori? Allí está el misterio. ¿Qué sucederá antes: se cumplirá el plazo dispuesto por la jueza o la Cámara de Apelaciones tomará alguna decisión (en tiempo récord)? Recién se sabría a mediados de la próxima semana.

Si la jueza ejecuta lo que anunció, debería suspender todo el cuadro tarifario y retrotraer el boleto a los $ 125 que costaba hasta el jueves 16, cuando comenzó a regir el primer aumento.

De haber una resolución de la Cámara de Apelaciones, habrá que ver si es a favor de la jueza o del Gobierno porteño.

Lo que sí está claro es que desde el sábado y por al menos un par de días, el subte subirá a $ 650, tras haber sufrido cuatro incrementos el año pasado más el de este año.

Para SBASE, la justificación tiene que ver con compensar los costos al alza que empuja la inflación, desde salarios hasta mantenimiento, y también para reducir el peso del subsidio en el boleto.

Según informó la empresa estatal, hoy la tarifa técnica del subte es $ 809,57. El número surge de dividir los costos operativos por la cantidad de viajes pagos que se hacen. Es decir, es lo que debería valer el boleto sin subsidio.

Pero el subte tiene fuentes de subsidio propias que fueron creadas en 2012, cuando la Nación le transfirió a la Ciudad el control de la red. En ese momento se votó una ley que determinó que una parte de lo que se paga en los peajes de las autopistas porteñas, un porcentaje de las Patentes de los autos de alta gama y una porción de lo que se abona en concepto de Sellos en los contratos entre privados se transfiera al Fondo Subte, cuya única finalidad es subsidiar la tarifa.

El tema es que la inflación fue alzando tanto los costos que ese subsidio quedó corto. Con un boleto a $ 125 se cubría un 85% de la tarifa real; con el boleto en $ 757 como se espera para agosto, se cubriría un 9% (aunque el monto de la tarifa técnica también subiría).

Además, la tarifa quedaría más en línea con lo que se cobra en dólares en los Metro de otras ciudades. Claro que acá los sueldos son en pesos y con una inflación de las más altas del mundo.

Aún con esta suba y la que viene en agosto, y tal como hoy, se mantendrá el esquema de descuentos para los pasajeros frecuentes. Esto es una quita del 20% para quienes viajen hasta 20 veces al mes; 30% para quienes lo hagan 30 veces; y 40% para los que viajen 40 veces. Además, se mantendrá la tarifa social o el abono gratuito, según corresponda, para empleadas domésticas, jubilados, estudiantes, docentes y ex combatientes, entre otros.

Volviendo a la causa judicial, los 5 días hábiles se cumplirán el martes. Se verá entonces si Liberatori retrotrae los aumentos al cuadro que regía hasta el 16 de abril. Su fallo es claro: le dio el plazo a la Ciudad para que establezca una tarifa “justa y razonable”, y caso contrario suspenderá “lisa y llanamente” la resolución de SBASE que disparó los aumentos.

La causa fue iniciada por la diputada nacional Myriam Bregman, los legisladores porteños Patricio del Corro y Alejandrina Barry, y el metrodelegado de la línea B Claudio Dellecarbonara, todos dirigentes del PTS-FIT. Argumentan que la tarifa técnica fue fijada sin precisión y presentada en una audiencia pública en la que no se tuvieron en cuenta objeciones planteadas

Fuente Clarin

El lunes se quedó un tren y los usuarios salieron por las vías

En las redes sociales, una pasajera sintetizó la sensación de muchas personas se mueven a diario bajo la tierra: «El subte de la Ciudad de Buenos Aires no tiene usuarios, tiene víctimas». Por un rato, a la odisea de viajar en la línea D -con demoras y frecuencias por momentos eternas- se trasladó a la línea B.

Ayer por la tarde, decenas de personas protagonizaron una evacuación por las vías cuando una formación se detuvo entre las estaciones Malabia y Angel Gallardo. A las 17.45, el subte quedó parado y se dio intervención al servicio técnico. Para las 18.20 se tomó la decisión de suspender el servicio, debido a que no fue posible mover el tren. A las 18.40 se inició la evacuación, que finalizó a las 19.23.

Todo este proceso de casi dos horas fue compartido en redes sociales. Además el SAME, los bomberos y los organismos de emergencias de la Ciudad montaron un dispositivo impresionante de móviles en las inmediaciones de la estación Malabia, en Villa Crespo.

Como siempre que ocurren estos hechos, las problemas y las deficiencias del servicio quedan en evidencia. En cuanto al hecho puntual, la empresa que gestiona el servicio de subterráneos porteños informó que se trató «una falla eléctrica de difícil detección. A modo de protección, para la seguridad de los usuarios, el sistema del tren aplica automáticamente una emergencia general que lo detiene», explicaron desde Emova.

«Hay que entender que la línea B tiene una complejidad muy importante que es el tercer riel, la alimentación de electricidad, situada a un lado de las vías. No hay manera de iniciar una evacuación sin cortar la luz. Por otra parte, los vagones no están comunicados entre sí -es decir, no se puede pasar de uno a otro como sí ocurre en las líneas con formaciones más modernas- y esto también dificulta la evacuación», agregaron.

«La intención no es interrumpir el servicio. Los mecánicos intentan hacer todas las maniobras posibles para restablecer el funcionamiento. Lo último es la evacuación», aseguraron.

Si bien desde Emova buscan ponerle paños fríos a lo ocurrido este lunes -«lamentablemente se está mezclando todo, son demoras puntuales que no afectan a toda la red»-, lo cierto es que confluyen varios factores que hacen que la experiencia de viajar en subte, sobre todo en las líneas B y D, sea muchas veces un dolor de cabeza.

En la B, es notoria la antigüedad del material rodante. En otras, con la A, la H, la C y la D, las formaciones son nuevas. Los trenes Mitsubishi de la B, por ejemplo, tienen 65 años. Son los que se alimentan por el tercer riel. Fueron adquiridos a Japón en los 90, una vez que salieron de servicio y después de dos décadas de uso en aquel país.

Algo similar pasó con los CAF 5.000 y 6.000, del metro de Madrid, construidos a fines de los 90. Los primeros fueron retirados cuando se comprobó que tenían asbesto. Los más nuevos, aún en servicio, atraviesan un proceso de desasbestizado que ya lleva más de cinco años. Toman la corriente de una catenaria instalada en los techos de los túneles. Ahora, la flota tiene 18 trenes operativos, según Emova.

Desde Sbase, la empresa estatal porteña, confirmaron que hay una licitación internacional en curso para la compra de 96 coches cero kilómetro y con aire acondicionado. Lo que no se sabe es cuándo comenzarán a llegar las nuevas formaciones.

Otro escollo para quienes usan esta línea es muchas veces se da en escaleras y ascensores fuera de servicio. Un clásico de la red en general y que se atribuye por un lado a la antigüedad de los equipos y por otro a la dificultad para conseguir repuestos.

La B tiene 59 escaleras y 19 ascensores. «Las escaleras y ascensores cuentan con mecanismos muy delicados que reciben un uso intensivo y muchas veces están expuestas a hechos de vandalismo. Los tiempos de reparación varían según el tipo de avería y la necesidad de repuestos, que suelen ser importados», dijeron desde la empresa. Emova publica en su web el estado de los medios de elevación de cada estación. Hoy había 7 escaleras y 5 ascensores detenidos.

Por otro lado, la B es también la línea más extensa de la red y la que más usuarios traslada, si bien en los últimos años se ha dado una merma en el uso de la red. Para tener una idea: entre diciembre de 2019 y diciembre de 2023 hubo 6.313.404 de pasajeros menos (de 26.127.228 a 19.813.824 de usuarios).

En el caso particular de la línea B, pasó de tener 6.702.066 pasajeros en diciembre de 2019 a 4.806.154 en diciembre de 2023. Casi 1.900.000 menos. Emova tiene 4.800 empleados, de los cuales 700 están destinado a la línea B. Por el efecto de la pandemia, toda la red tiene un 70% de los pasajeros que movilizaba previo a marzo de 2020.

Siguen las quejas por la línea D

Aunque estuvo cerrada durante el verano, y desde que reabrió sigue con demoras y problemas de en la frecuencia, la línea D sigue siendo objeto de quejas de los pasajeros.

Tanto Emova como Sbase informaron que se encuentran trabajando para poder terminar los ajustes propios de la implementación de este tipo de sistema, «que es muy complejo y que sólo se pueden detectar durante la operación».

«Una vez finalizados, la línea ofrecerá un servicio más rápido, eficiente y regular, tal como sucede con la Línea H, una de las líneas con mejores estándares de performance de la red», explicaron.

La empresa Siemens se encuentra actualizando un software para adecuar la línea y esto genera restricciones de velocidad en zona de andenes y en los ingresos a las cabeceras. El nuevo sistema, conocido como CBTC, trabaja mediante la comunicación entre formaciones, «permitiendo el máximo acercamiento de forma segura y reduciendo el intervalo al mínimo posible», explicaron desde el Gobierno porteño.

Como contó Clarín hace semanas, antes del cierre de dos meses, de lunes a viernes, la línea operaba con una frecuencia de 3 minutos y un recorrido de unos 26 minutos entre cabeceras. Ahora pueden pasar entre 10 y 15 minutos entre trenes, y por las paradas repentinas en medio de los túneles, el viaje entre Catedral y Congreso de Tucuman puede tardar hasta 38 minutos. Los carteles que indican cuándo viene el próximo tren siguen apagados.

Desde Sbase aseguran que la frecuencia actual es de 5 minutos entre trenes aunque todavía se están haciendo ajustes que pueden generar demoras,

Aumento inminente

En los próximos días se concretará una aumento de tarifas que llevará el boleto a $ 757 en junio. La semana pasada se hicieron las audiencias públicas y aún resta la publicación en el Boletín Oficial, por lo que el primer incremento, que llevará cada viaje a $ 574, se aplicará en unos diez días. Luego, cuando se aplique el segundo tramo, 15 días después, lo llevará a $ 667, y el tercer tramo se concretará alrededor del 10 de junio.

El argumento del Gobierno porteño es que los $ 125 actuales no reflejan los costos reales de prestación del servicio y quedaron desactualizados con respecto a la inflación. Agregan que la tarifa técnica, que surge del cálculo del costo del servicio por la cantidad de usuarios transportados, es de $ 859,07. La diferencia se cubre con subsidios.

FALLO HISTÓRICO: PRIMERA CONDENA POR CRUELDAD ANIMAL EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

El Ministerio Público Fiscal de la Ciudad logró la primera condena a través de un juicio oral y público para el responsable de un criadero clandestino por actos de crueldad animal.

El caso fue investigado y elevado a juicio por la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), a cargo del fiscal Carlos Rolero Santurián.

La causa se había iniciado en 2022 por la denuncia de un vecino y luego de las averiguaciones preliminares, el fiscal solicitó el allanamiento del domicilio ubicado sobre la calle Viamonte al 1600.

En el procedimiento se encontraron 17 perros, entre ellos 3 cachorros, en situación de extrema vulnerabilidad dado que estaban en condiciones higiénicas deplorables, rodeados de excrementos, sin luz ni ventilación natural, enjaulados, sin libre acceso a agua potable, mal alimentados y sin controles veterinarios al día.

A partir de los elementos encontrados, la UFEMA pudo determinar que el lugar funcionaba como criadero ilegal, en el que las hembras eran obligadas a parir sistemáticamente para vender a sus crías, lo que está calificado como acto de crueldad y maltrato animal.

En aquel momento, los animales rescatados fueron acogidos por las ONGs Calljeros casa quiere, Red 4 patas y Ayudacan, para luego ser entregados en adopción responsable.

Finalmente, luego de un juicio oral y público que duró 2 jornadas, la Jueza Karina Andrade, titular del Juzgado PCyF 15, condenó al imputado a 8 meses de prisión en suspenso y al cumplimiento de ciertas pautas de conducta por el plazo de 2 años. Algunas de dichas pautas son asistir al Programa Protenencia, dependiente del Ministerio de Salud, realizar una capacitación del Observatorio del “Vínculo Humano-Animal” de Argentina en la Universidad Nacional Arturo Jauretche, fijar residencia y acudir a todas las citaciones de la justicia.

Asimismo, la importancia del caso radica en que la jueza declaró a los perros como sujetos de derechos y dispuso la tenencia definitiva de cada uno dentro del núcleo familiar interespecie dentro del cual se encuentran en la actualidad.

Se trata de la primera vez que justicia porteña logra una condena por actos de maltrato y crueldad animal vinculados con la tenencia de criaderos ilegales

Se demora el fuerte aumento del subte, pero luego será más seguido: cuánto costará y desde cuándo

  • La audiencia pública se suspendió por problemas técnicos y se retrasó el tarifazo.
  • Se repartirá en tres tramos.

La suba del boleto subte se aplicará en tres tramos, como se había anunciado. Pero a esos tres escalones habrá que subirlos más rápido que lo que se había informado. El Gobierno porteño confirmó que el primer aumento no será en abril sino en mayo, pero también adelantó que los otros dos tramos no correrán con un mes de diferencia sino a los 15 días.

Este esquema es el que surge de la resolución impulsada por Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), que se publicó este miércoles en el Boletín Oficial de la Ciudad. Y viene a subsanar un problema con la audiencia pública obligatoria en la que se quiso presentar el nuevo cuadro tarifario.

Para entender qué cambió, hay que recordar qué se había informado. En febrero se aplicó el último aumento del subte, que llevó el boleto base a los $ 125 que se pagan ahora.

Pero a mediados de febrero la Ciudad confirmó que iba a impulsar un nuevo incremento. Es que, según SBASE, la inflación había llevado a que el costo operativo hubiera crecido mucho. Así, la tarifa técnica está ahora en $ 859,07.

Se llama tarifa técnica al resultado que se obtiene al dividir el costo operativo total del servicio por la cantidad de boletos pagos. Es, en definitiva, lo que debería costar cada viaje si no se compensara una parte con subsidios.

Como la idea es reducir en parte ese subsidio, se anunció un aumento escalonado en tres etapas. Para abril, el boleto se iría de los $ 125 actuales a $ 574. Luego, en mayo se iba a aplicar un segundo tramo para dejar la tarifa en $ 667. Finalmente, en junio se pasaría a $ 757 por viaje.

Siempre, manteniendo el sistema de descuentos para quienes viajen, 20, 30 o 40 veces por mes; y también los beneficios como el pase gratuito para jubilados o estudiantes, entre otros.

Como sucede con cualquier modificación de la tarifa de un servicio público, antes de aplicarla hay que convocar a una audiencia pública. Si bien este encuentro no es vinculante, sí es obligatorio. De hecho, el requisito también corre a nivel nacional.

Esa audiencia se iba a realizar el pasado viernes 15, a través de la plataforma Zoom. Pero hubo un imprevisto: se cayó el sistema. Como la transmisión online no se pudo completar, y entonces no quedó garantizado el derecho a la participación ciudadana, el paso obligatorio de la audiencia no se pudo cumplir y hubo que convocar a una nueva fecha.

Esa audiencia se realizará el 25 de abril, según se publicó ahora en el Boletín Oficial.

En la misma convocatoria se estableció que el primer aumento se aplicará «al 5° día» de publicada la resolución que lo autorice.

Luego agrega que el segundo tramo de aumento, el que llevará el boleto a $ 667, empezará a regir «a los 15 días corridos».

Por último, el tercer escalón, que llevará la tarifa a $ 757, llegará «a los 15 días corridos» del segundo aumento.

¿Qué días sucederá esto? No hay una fecha precisa, pero se estima que el primer aumento correría desde mediados de mayo. Así, el segundo entraría para los últimos días de mes, y el tercero para mediados de junio.

A mitad de año, entonces, el subte completaría su aumento de los $ 125 actuales a $ 757. O sea, un salto total de 505%.

Fuente Clarin

“Vamos a seguir trabajando para posicionar las experiencias que ofrecemos”

La ciudad de Buenos Aires fue elegida como uno de los mejores destinos turisticos de América del Sur

El premio fue entregado en el marco de la ceremonia de los Premios Traveller’s Choice en Colombia, evento organizado por la agencia de viajes en línea TripAdvisor. El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, celebró la distinción con un posteo en redes sociales.

“Buenos Aires fue premiada como Mejor destino de América del Sur en los premios Traveller’s ChoiceEste reconocimiento está basado en los comentarios de millones de usuarios, quienes la eligieron por la increíble oferta cultural, la gastronomía de nivel internacional y la calidad de los servicios turísticos”, destacó en X. Y cerró: “Vamos a seguir trabajando para posicionar las experiencias que ofrecemos y continuar ocupando un lugar destacado para los viajeros de todo el mundo”.

“La cuna del tango es, como la danza en sí, cautivante, seductora y bulliciosa con vibrante energía. Los antiguos barrios evocadores están repletos de restaurantes románticos y emocionante vida nocturna, y la herencia europea es evidente en la arquitectura de Buenos Aires, en sus bulevares y en sus parques. El Café Tortoni, el bar más antiguo de la ciudad, te transportará a 1858, y el sensacional Teatro Colón sigue causando el mismo efecto en el espectador que en 1908. La capital de las compras de Latinoamérica ofrece la promesa de una lujosa terapia de compras por sus amplios bulevares”, destaca TripAdvisor sobre Buenos Aires en su sitio web.