Coronavirus en la Ciudad: cómo será cortarse el pelo en las peluquerías porteñas
Si no se disparan los contagios, podrían volver a funcionar en dos semanas. El protocolo para los locales.No serán un rubro esencial, pero sí es uno de los que más se añora en la cuarentena por el coronavirus . Y la pregunta debe ser una de las más repetidas en las últimas semanas: ¿cuándo abren las peluquerías? Al menos en la Ciudad, parece acercarse una respuesta. En el Gobierno porteño y en el sector aseguran que, si no se complica la situación sanitaria, en dos semanas podrían volver a funcionar, respetando un protocolo estricto para evitar contagios.
«En la medida que la situación sanitaria lo permita, en 15 días podríamos habilitar las peluquerías», le adelantó a Clarín una fuente del Gobierno porteño.
Es una fecha similar a la que estiman en el sector. Miguel Lígori, presidente de la Confederación Argentina de Peluqueros, contó: «Ya les presentamos los protocolos a las autoridades de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. Es el mismo que usamos en los lugares del Interior donde ya pudimos volver a trabajar. La situación en la Provincia puede ser más difícil, pero para la Capital, la fecha que manejamos es el próximo 18, aproximadamenteLa diferencia entre distritos se debe a que el gobernador Axel Kicillof se está mostrando por estos días más reacio a rehabilitar actividades, mientras que la Ciudad está avanzando en la «oxigenación» de la cuarentena, con la autorización, entre otras cosas, de la venta de ropa y calzado, y la posibilidad de salir a correr de noche.
Según la Confederación, en todo el país hay unas 100.000 peluquerías en las que trabajan cerca de 200.000 personas, entre dueños y empleados. Unos 15.000 locales están en el Conurbano y otros 8.000 en la Capital (trabajan unas 14.000 personas).
En el Interior, las peluquerías fueron rehabilitadas en Entre Ríos, Formosa, Jujuy, Salta y algunos municipios de Santa Fe, más varias comunas bonaerenses, según informó la Confederación. Pero en el área metropolitana siguen siendo consideradas una actividad de riesgo, porque el peluquero trabaja a unos 30 centímetros del cliente, distancia favorable para eventuales contagios.
El problema es que la necesidad manda. Nadie lo reconocerá públicamente, pero hay varios peluqueros que están trabajando de manera «clandestina» con visitas a domicilio. Incluso, algunos locales funcionan con la persiana baja y atienden a clientes de confianza, pero arriesgándose a una clausura.
La pregunta se impone por evidente: ¿no sería más seguro atender en un local, con medidas de prevención, antes que a domicilio o a escondidas? En la Confederación ni lo dudan: «Por supuesto que sí. Por eso presentamos los protocolos, que los elaboramos con asesoramiento de especialistas», aseguró Lígori.
Fuente: Clarin