Homenaje en la Ciudad: proponen que el Paseo del Bajo se llame “Raúl Alfonsín”

La Legislatura le dio este jueves una primera aprobación a una ley para rebautizar la autopista subterránea de Puerto Madero en honor al expresidente.

La Legislatura porteña le dio este jueves una primera aprobación a una ley que propone que el Paseo del Bajo, la autopista subterránea que cruza Puerto Madero, sea rebautizada como «Presidente Raúl Ricardo Alfonsín». La iniciativa recibió 50 votos a favor, 3 en contra y 1 abstención.

Tras esta aprobación, el proyecto impulsado por el radicalismo pasará por una audiencia pública y una segunda sanción. Se presume que las superará sin inconvenientes y se concretará en ley.

El proyecto fue presentado por el legislador Ariel Álvarez Palma, de UCR-Evolución, y luego se sumaron otros compañeros de su bloque (Martín Ocampo, Inés Gorbea, Guillermo Suárez, Diego Weck y Manuela Thourte).

Según explica en el proyecto de ley, Álvarez Palma propone el homenaje a Alfonsín porque «su figura representa el valor de la honestidad y honradez. Su vida demostró que su obrar virtuoso fue inspirador no solo para quienes hacemos política sino para los ciudadanos que vieron en él un líder a seguir».

El Paseo del Bajo fue inaugurado el 27 de mayo de 2019, con el nombre de «Juan Manuel de Rosas». Son 7,1 kilómetros de una autopista en trinchera, a lo largo de Puerto Madero desde La Boca hasta Retiro. Su uso es exclusivo para el tránsito pesado y los micros de larga distancia.

Si se confirma el cambio de su nombre, quedaría formado un verdadero «camino de líderes radicales». Porque el «Paseo del Bajo-Alfonsín» se conectaría al norte con la autopista Illia, y al sur con la Buenos Aires-La Plata, cuyo nombre formal (y casi desconocido) es «Doctor Ricardo Balbín». Es decir, que se podría viajar por el eje «Balbín-Alfonsín-Illia».

Además, de aprobarse este cambio de nombre, podría convertirse en el primer homenaje en Buenos Aires al expresidente fallecido en 2009. Porque hubo otros dos que se aprobaron pero nunca se llevaron a la práctica.

Ambos fueron sancionados en 2019, al cumplirse los 10 años de la muerte de Alfonsín (falleció el 31 de marzo de 2009). En la Ciudad, ese es el tiempo mínimo que debe pasar para que se le pueda poner el nombre de una figura pública a una plaza, una calle, una autopista o cualquier componente del espacio público que dependa del Estado porteño.

La idea fue rebautizar a la estación Congreso de la línea A de subte con el nombre del ex presidente. Esa ley fue aprobada el 11 de julio de 2019 en segunda y definitiva lectura. Pero el cambio de la cartelería en la estación nunca se concretó.

Para esa época, también se aprobó otra ley en la que se decidió llamar a un concurso artístico para elaborar un monumento al ex presidente. Ese homenaje tampoco se concretó todavía.

¿Por qué no se materializaron los homenajes a Alfonsín? Falta de presupuesto, la pandemia, burocracia y otros motivos. No parece haberse debido a causas políticas o ideológicas, dado que las leyes en su momento fueron aprobadas por una amplísima mayoría, incluyendo tanto a Juntos por el Cambio como al bloque kirchnerista.

Raúl Ricardo Alfonsín nació en Chascomús el 12 de marzo de 1927. Se recibió de abogado en 1950, y casi a la par comenzó a militar en el Movimiento de Intransigencia y Renovación de la Unión Cívica Radical. En 1983 se convirtió en el presidente con el cual regresó la democracia, hasta 1989 cuando le entregó el mandato a Carlos Menem.

Su presidencia es recordada por el juicio a las Juntas militares, la defensa de la democracia y los derechos humanos, y la promulgación de la ley de divorcio, entre otros hitos. La crisis económica y la hiperinflación signaron también su gestión.

En otros distritos, como La Plata, Vicente López o su Chascomús natal, sí hay monumentos y otros homenajes a Alfonsín. Y desde 2008, en la Casa Rosada está su busto, al igual que el de los otros ex presidentes. Pero en la Ciudad de Buenos Aires, donde Alfonsín vivió gran parte de su vida, aún falta que se concrete un reconocimiento público.

Otros recordatorios en la Ciudad

Que la elaboración de un monumento o el cambio de la cartelería del subte para homenajear a Alfonsín se hayan demorado puede llamar la atención, pero no debería sorprender si se compara, por ejemplo, con lo que pasó con el monumento a Juan Domingo Perón. Aunque los primeros proyectos para homenajearlo en la Ciudad fueron presentados en 1986, el monumento en su honor recién fue inaugurado en octubre de 2015.

Se trata de una estatua de 5 metros colocada en la plaza que queda frente a la Aduana, en Paseo Colón y Belgrano. Una curiosidad: ese espacio verde anteriormente se llamaba «Agustín P. Justo», pero le cambiaron el nombre por «Perón», justamente para colocar la estatua.

Si de monumentos a presidentes se habla, acaso el más famoso (y polémico) sea el que recuerda a Julio Argentino Roca, en Diagonal Sur. Ya son incontables las veces que fue vandalizado y pintarrajeado, en especial por aquellos que lo acusan de haber sido un «genocida» de los pueblos originarios.

También despertó polémica la decisión de ponerle «Centro Cultural Néstor Kirchner» al Palacio de Correos. El nombre original era «Centro Cultural del Bicentenario», pero en 2012 una ley del Congreso le puso el nombre el ex presidente. Como se trata de un edificio que depende del Gobierno federal, no hizo falta que pasaran al menos 10 años de su fallecimiento (Kirchner murió el 27 de octubre de 2010) para que le dieran su nombre a un espacio público, como sí hubiera debido pasar si la decisión hubiese dependido del Gobierno porteño.

Otro presidentes tienen numerosos homenajes, entre calles, avenidas y plazas. Es el caso de Mitre, Sarmiento, Avellaneda, Figueroa Alcorta, Yrigoyen, Rivadavia, Urquiza, Pellegrini, Alvear y otros.

Las autopistas también sirvieron para homenajearlos. Además de Illia, en 2002 se nombró «Autopista Presidente Héctor J. Cámpora» a la AU7, en el sur de la Ciudad.

La autopista 9 de Julio Sur, que une la 25 de Mayo con el puente Pueyrredón, también lleva nombre de un ex presidente, aunque pocos lo recuerden: formalmente, se llama «Autopista Presidente Arturo Frondizi».

Fuente: Clarin