Tal como sucede en las grandes ciudades del mundo, en Buenos Aires cada vez hay más mascotas. Se estima que hoy son cerca de 860.000, entre perros y gatos. Son más, incluso, que la cantidad de niños menores de 10 años. Y para casi todos los tenedores de animales, son parte de su familia. Pero la normativa para protegerlas quedó desactualizada, con sanciones que no alcanzan y costumbres que no cambian. La Legislatura porteña comenzará este viernes a discutir un paquete de leyes que, justamente, busca cuidar más a los animales: plantea desde multas mucho más caras hasta la creación de un registro voluntario de mascotas, y regular la actividad de paseadores y guarderías.
Se trata de cinco proyectos que presentó el jueves el legislador Emmanuel Ferrario, de Vamos Juntos, y al que ya acompañaron con su firma varios diputados de distintos bloques opositores, con lo cual se estima que podrían ser aprobados sin demasiada dificultad.
El primero de los textos plantea una normativa macro. Allí se definen los derechos de las mascotas, los deberes de sus adoptantes y otras cuestiones. Tipifica, también, las diferentes clases de maltrato que pueden sufrir. Y plantean un primer cambio: la creación de un registro público de mascotas, donde los vecinos podrían anotar, siempre de manera voluntaria, a sus perros o gatos (otros animales no).
Con la inscripción vendría la responsabilidad de hacer un curso sobre bienestar animal (nociones básicas de nutrición, vacunación y maniobras de RCP, por ejemplo). Y también se volcarían los datos del animal, que deberá estar correctamente identificado, y su dueño. ¿Qué ventaja significaría anotar a la mascota en el registro? Si el animal se perdiera, por ejemplo, sería más fácil de encontrar y restituir.
Este proyecto también plantea que la Ciudad realice más campañas de vacunación antirrábica y de castraciones, y un tema importante: que tanto en las dos Unidades de Atención Veterinaria Fijas (en Costa Salguero y en el Parque Indoamericano), más las tres móviles que recorren los barrios se priorice la atención a aquellas instituciones u ONG proteccionistas, que muchas veces se ven colapsadas de animales rescatados y de gastos. Tanto, que muchas no quieren decir públicamente su dirección, para que no les dejen más animales a su cuidado
Multas más caras
El siguiente proyecto es, acaso, el que podría tener efecto más concreto y rápido. Es que plantea endurecer fuertemente las sanciones contra aquellos que maltraten a los animales.
Aquí corresponde una aclaración: el texto habla de aquellas figuras incluidas en el Código Contravencional porteño. En cambio, aquellas más graves que ya constituyen un delito están contempladas en el Código Penal, cuya modificación le corresponde al Congreso Nacional, no a la Legislatura porteña. Ese cambio también está en debate en la llamada Ley Conan, en referencia al nombre del perro del presidente Javier Milei.
En el caso porteño, la idea es que las sanciones realmente duelan en el bolsillo, y que se indexen semestralmente mediante Unidades Fijas determinadas de acuerdo al valor de la nafta premium (hoy, la UF vale $ 471,39)
¿Cuáles serían los principales cambios?:
- La sanción por azuzar o espantar un animal hoy cuesta $ 600 y se iría a entre $ 117.847 y $ 471.390
- Abandonar una mascota hoy se paga hasta $ 942.780, pero la sanción máxima se elevaría a $ 2.356.950.
- Mantener un animal en un lugar indebido (una terraza o un balcón, por ejemplo) se duplicaría hasta los $ 942.780.
- Dejar encerrado a un animal en un vehículo hoy no tiene una penalidad, pero se empezaría a sancionar con hasta $ 1.649.865.
Guarderías, caniles y paseadores
El tercer proyecto de ley está más orientado hacia el propio Gobierno porteño, dado que establece cómo deben ser y cómo tendrían que usarse los caniles en los espacios públicos (hoy en la Ciudad hay 80 lugares para perros).
El cuarto proyecto apunta a regular a las guarderías, aquellos lugares que se ofrecen para cuidar a las mascotas cuando la familia tiene que viajar, por ejemplo. Obviamente, la norma apunta a aquellos que realizan la actividad de manera comercial, no al que ocasionalmente pueda cuidar el perro o el gato de un amigo o pariente.
El quinto proyecto regula la actividad de los paseadores, que hoy se estima que son más de 5.000 y hasta tienen un sindicato. La idea es que se anoten en un registro público, realicen cursos de capacitación periódicos y tramiten un «sello de buen paseador», para que los tenedores tengan la seguridad de quién es la persona a la que le dan a cuidar a su perro.
«Para hacer estos proyectos nos reunimos con casi 200 ONG, instituciones y académicos. Es necesario que la Ciudad sea apta para todos, también para los animales. Y que tengamos normas claras de convivencia, incluso para aquellos que no tienen mascotas. Además, tiene que haber sanciones duras para el que no cumpla, que no sea gratis» aseguró el legislador Ferrario, quien agregó que hoy la Unidad Fiscal Especializada en Medio Ambiente (UFEMA, el organismo judicial a cargo de las causas de protección de animales) recibe unas 20 denuncias diarias por maltratos a mascotas.
Así como es cierto que en las últimas décadas se multiplicaron los hogares con mascotas, y que mucha gente es hoy más consciente de los cuidados que necesitan los animales de compañía, todavía hay mucho por corregir. Por ejemplo, no comprar animales sino adoptarlos, y denunciar a los criaderos, que en la Ciudad están prohibidos.
Además, la economía a veces juega en contra. Días atrás Clarín publicó una nota en la que contó que un 20% de las mascotas no recibe las vacunas mínimas, como la antirrábica, ni es llevada con periodicidad al veterinario para chequeos básicos.
No hay que perder de vista que la salud animal está totalmente atada a la salud humana, dado que hay un gran grupo de enfermedades zoonóticas, aquellas que se contagian de animales a personas. La rabia es la más famosa, no la única.
La tendencia a que haya cada vez más animales domésticos va en alza y no tendría por qué frenarse. En una ciudad como Buenos Aires, donde cae estrepitosamente la cantidad de nacimientos anuales (45% menos entre 2016 y 2023) porque los jóvenes demoran la formación de una familia propia; y con una población donde casi el 38,6% de la gente vive sola, los animales de compañía cada vez tienen más sentido.
La Ley Conan, en el Congreso
A comienzos de julio, la Cámara de Diputados empezó a discutir la ley de bienestar animal, con un proyecto presentado por Damián Arabia, legislador del PRO, para endurecer las penas por los delitos cometidos contra los animales. El proyecto es conocido como «Ley Conan», en honor a uno de los perros del presidente Javier Milei, quien de hecho impulsa la medida.
Por eso, eleva la pena actual -que es de 3 meses hasta un año de prisión- por maltrato animal a seis meses como mínimo y cinco años como máximo a quien «infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales».
También incorpora el pago de una multa que podrá ir desde cinco a treinta veces el valor del salario mínimo vital y móvil (SMVM).
Además, fija prisión de dos años hasta seis años y una multa de 100 a 200 veces el SMVM al que matare a un animal infligiéndole malos tratos, haciéndolo victima de actos de crueldad o por mera perversidad.
Fuente: Clarin